Los arándanos son uno de los frutos más saludables que podamos encontrar, pertenecen a la familia de «frutos del bosque».
Los estudios realizados por la Universidad de Clemson y el departamento de agricultura de EEUU, califican a los arándanos como el alimento de mayor poder antioxidante entre 40 vegetales analizados.
Se caracterizan por ser bajos en calorías debido a su bajo aporte de hidratos de carbono, por cada 100gr el aporte es de 46kcal. Poseen un altísimo poder antioxidante gracias a la acción combinada de sus ácidos orgánicos y las 15 antocianinas que por otro lado, también le confieren su peculiar color.
Además, son ricos en flavonoides y taninos, así como una fuente importante de minerales y vitaminas esenciales como el magnesio, la vitamina y varias vitaminas del grupo B.
Por lo general, las bayas silvestres son una buena fuente de fibras y vitamina C. Los arándanos no son menos, su alto contenido en vitamina C es mucho mayor que el de la gran mayoría de cítricos, así como su contenido en potasio, hierro y calcio.
Debido a su bajo aporte en calorías, en los arándanos encontramos un alimento ideal para complementar las dietas de adelgazamiento.
Su contenido en fibra es muy abundante.
Los arándanos son perfectos para combatir infecciones y mejorar la circulación
Contribuye en mejorar el tránsito intestinal resultando un fruto ideal para aquellas personas que sufren estreñimiento. Cuando los frutos están verdes ya son ricos en taninos, pero una vez alcanzan la madurez, estos taninos disminuyen adquiriendo las bayas propiedades laxantes, tónicas y depurativas.
Al constituir una importante fuente de antioxidantes nos protege de los efectos nocivos de los radicales libres, manteniendo nuestro sistema celular joven, así como nuestra piel.
Estas mismas propiedades antioxidantes contribuyen también en potenciar el sistema inmunológico, aportando un efecto antiinflamatorio y una acción antibacteriana.
No olvidemos, que la vitamina C que incluye, también tiene una acción antioxidante e interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos. Favorece la absorción del hierro de los alimentos, ayudando a prevenir y/o mejorar la anemia ferropénica y fortaleciendo el sistema inmunitario aumentando la resistencia a las infecciones.